Cortometraje chileno grabado en Paihuano es seleccionado en importante festival de cine en Colombia

• Protagonizado por Carmen Disa Gutiérrez. “Chañar, lágrimas de oro”, que se filmó íntegramente en el Valle de Elqui, ha sido parte de competencias como el Festival de cine de Iquique, de Ensenada en México y de Chaco en Argentina.

El cortometraje rodado en las comunas de Vicuña y Paihuano, “Chañar, lágrimas de oro”, cuenta la historia de Chañar, una descendiente diaguita que relata la historia de su antepasado, Añañuca, una joven indígena que se ve enfrentada a la invasión de extranjeros y a las decisiones de su padre, el jefe de la aldea. Además, la ficción retrata temas actuales como la privatización de los terrenos y el robo de agua.

El director de la apuesta, Gonzalo Sepúlveda, relata que ha sido complejo el tema de la participación en festivales internacionales puesto que no existen fondos públicos ni ayudas para costear dichos traslados, “actualmente la DIRAC se encuentra organizando sus ayudas 2023 y, por no coincidir con las fechas, quedamos fuera de éstas. Simplemente nos queda acudir a la empresa privada”, manifestó.

La realización de esta producción coincide con los esfuerzos regionales por mostrar a Chile como un lugar próspero para la industria del cine. El productor de la ficción, Jorge Peña, destaca el apoyo de ciertas plataformas, “si bien hemos tenido el apoyo de ciertas instituciones, dichos apoyos se ven reflejados en usar sus plataformas de exhibición principalmente. Es por esto que se puede ver el cortometraje en ondamedia.cl y en shorts.tv, que promociona el contenido en países como España y todo Latinoamérica a través de Amazon Prime Video”.

Por su parte, la protagonista de la ficción, Carmen Disa Gutiérrez, destacó el esfuerzo de la producción por contar historias fuera de Santiago, “para mi fue muy conmovedor el hecho de ir a filmar al Valle de Elqui e interpretar a este personaje. Es un rol que tiene mucha fuerza, acompañado de lugares maravillosos, en donde pudimos retratar una historia que simplemente puede ser un sueño. Es un relato muy necesario para generar conciencia de lo que sigue sucediendo en ese lugar”, reflexionó.