Pbro. Juan Bautista González celebra 65 años de sacerdocio al servicio de Dios y su pueblo

La Iglesia que peregrina en los valles Elqui y Limarí celebra los 65 años de ordenación sacerdotal de un pastor cercano, sencillo y entregado, cuyo testimonio permanece en las comunidades que ha servido.

Nacido en Paihuano el 20 de septiembre de 1932, el P. Juan Bautista es hijo de don Baldomero González Vargas y de doña Leonila Espinoza Rivera. Desde muy pequeño sintió la presencia de Dios en su vida, en especial durante las novenas que se celebraban en una casa particular, cuando aún no existía capilla en su sector. Fue en esa vivencia íntima de fe donde, siendo aún un niño, comenzó a germinar la semilla de su vocación sacerdotal.

El 11 de junio de 1960, Día de San Bernabé, fue ordenado sacerdote por Mons. Alfredo Cifuentes Gómez en el templo Catedral Metropolitano. Y al día siguiente, celebró su primera misa en la parroquia “San Francisco” de La Serena, su comunidad de origen, en la solemnidad de la Santísima Trinidad.

Durante más de seis décadas de ministerio, el P. Juan Bautista ha servido con entrega generosa en numerosas comunidades: Ovalle, Coquimbo, Combarbalá, Carén, Vicuña, Diaguitas y su querido Paihuano, entre otras. En cada una de ellas dejó una huella profunda, organizando grupos bíblicos, formando acólitos, promoviendo la catequesis familiar y fortaleciendo la vida parroquial a través de movimientos como la Legión de María y la Acción Católica.

El P. Juan recuerda con especial emoción la misión del Padre Escalona en 1944, donde se encendió la llama vocacional en su corazón. También evoca con recogimiento las grandes pruebas que lo forjaron, como la dolorosa pérdida de su padre mientras servía en Carén, o su experiencia durante el trágico accidente ferroviario de 1973, donde acompañó a heridos, agonizantes y fallecidos en la morgue de Vicuña.

“Siento gran alegría de haber servido a la gente, también me avergüenzo de no haber
ido tal vez más entregado sobre todo en lugares sencillos y apartados”, señala con convicción al recordar su caminar.

Ante el arzobispo René Rebolledo y el obispo auxiliar Enrique Balzan, recordó con gratitud a las comunidades donde sirvió como sacerdote, también a los demás hermanos sacerdotes, que nombró uno a uno, con los cuales se relacionó más directamente.

Quienes lo han conocido destacan su espíritu acogedor, su amor por la catequesis y su fidelidad a la Iglesia, siempre animando a vivir la fe con autenticidad y cercanía:

“Intenté entregar lo mejor de mí y ser fiel al ministerio”, señala con humildad este sacerdote que, a sus 65 años de sacerdocio, sigue siendo un ejemplo vivo de servicio desinteresado y entrega a los más necesitados.

Tiene palabras y deseos también para sus hermanos sacerdotes: “Les diría que sigan siendo fieles a su vocación”. Se demuestra también muy agradecido de las personas que pudo conocer, las comunidades en que sirvió, manifestando, “todo ello me llena muchísimo”.

Al celebrar este feliz aniversario del P. Juan Bautista González y escuchar su testimonio que ofrece recordando pasajes de su ministerio, como no tener presente el Mensaje del Papa León XIV: “Queridos sacerdotes, les agradezco su vida entregada al servicio del Reino, sus trabajos cotidianos, todo lo que viven en silencio y que, a veces, va acompañado de sufrimiento o incomprensión. Ustedes son preciosos a los ojos de Dios y en la realización de su proyecto”.